Los reyes, como mágicos que son, se han portado bien y me han hecho pasar un día estupendo. Hora de recabar fuerzas antes de las rebajas comiendo en familia...Esas madres locas que creen que nunca es suficiente.

¿Qué extraña fuerza impulsa a la gente a comprar compulsivamente cosas que no han querido el resto del año, tres euros más baratas que ayer?

Y, por supuesto, sin olvidar mi meta, mañana mismo vuelta a los libros y a las carreras, que esta oposición es mía.

Y nos deslizamos como babosas grises entre el metro y las aceras mojadas, para derrotarnos trabajando en este final de lo que, para los zares es el curso escolar... Esperando aprobar con sobresaliente o notable (premio de oro, o premio de plata) aderezamos el momento con las reuniones navideñas y los regalos de Reyes.
Muchos regalos especiales.