Sunday, May 12, 2013

Y por fin aterrizado tras estos primeros días de adaptación a este cubo de Rubik de piedra y gente.
Nueva York es como una construcción de las que usas de pequeño en versión dinosaurio. Siempre por descubrir y fascinante, pero a la vez simple y reduccionista.
De momento, y en mis ansias de europeizar la Gran Manzana, he taladrado a los vecinos anónimos y silenciosos con Casta Diva, Nessun dorma, Lascia Ch'Io Pianga y un sinfín de griteríos operísticos varios.
de este modo acallo un poco el ajetreo de las ambulancias, el tráfico y el bullicio de una ciudad que en cuanto a sonoridad se parece bastante al centrifugado de una lavadora de 24 horas de duración.