Monday, January 29, 2007

Hay cosas que, cada día, nos suponen un pequeño refugio que nos ayuda a construir nuestra vida. en la mía juega un importante papel el café de la mañana, el binomio mp3-libro sumado al abrigo+gorra+bufanda+metro.
Me encanta sentir el frío en lo poco de cara que llevo al descubierto tras haber reconstituido mi epidermis con una ducha.
Por supuesto el binomio metro-mogollón acaba con la sensación de frescor porque descubrimos que no todas aquellas personas optan por reconstituirse cada mañana.
La conclusión es que me gusta disfrutar del viento gélido mañanero que me despierta, porque, una vez inmerso en el transporte público, aquello es de todo, menos refrescante.

Sunday, January 21, 2007

La vida en mi nuevo espacio de trabajo empieza por no emocionarme demasiado. Que sé que es un tiempo de adptación al medio, pero ni plantilla ni movimiento en la tienda... Está casi todo or hacer. Eso sí, cada día me hago con un trocito más de ello y espero que cuando tenga todo controlado la sensación sea diferente.

Saturday, January 13, 2007


Hoy estoy emocionalmente tocado. Me he despedido de los compañeros que me dieron la bienvenida a Madrid. Por supuesto no ha sido una despedida, porque los llevo conmigo y porque hare lo posible por verlos amenudo, pero el vínvulo fundamental de veros a diario y tener tema para largar durante horas y horas se ha roto.

Me han regalado unos zapatos cariiiisimos, una corbata preciosa, un libro estupendo y, sobre todo una fotografía de todos incluídos los que faltaban (añadidos con photoshop)... Curiosamente lo más entrañable fue la foto porque ahí los tengo a todos.

La vida muchas veces te juega la pasada de que, cuando mejor estas con alguien y no quieres que se separe de ti, esa persona tiene que desaparecer, si no del todo, bastante. Mientras que hay gente que, no sabemos muy bien por qué, no se va nunca.

Quiza queremos más a la gente fugaz por la misma desaparición. O por el hecho de saber que la situación de verse siempre no es permanente.

Wednesday, January 10, 2007


¡Pero que imponente es el frío cristal! Vamos no tan imponente como en Ávila pero es que aquél de cuando íbamos al cole con cuatro grados bajo cero ya se me ha olvidado afortunadamente. Era muy normal ir mirando el termómetro del coche y diciendo: ¡Mira!, ¡Que baja más! Pero todo esto con sol, un sol increíble sobre un cielo azul precioso recién amanecido... Increíble. Además cuando eres pequeño siempre te da verguenza ir con gorro, con bufanda, con cualquier cosa,... ¡Nada que ver con la actual fiebre por el complemento!

Gracias a este "frío de tipo cristal" mis ganglios linfáticos maxilares tienen el tamaño de pelotas de cesta-punta, y me duelen cada vez que hago... Todo. Pero aun con todo, me gusta el frío, no sé, mientras no llueva...

Tuesday, January 09, 2007


Cuanto más se apagaban mis ganas de seguir al pie del Blucher, resulta que hago falta, es estupendo porque por fin algo está cambiando. Me mudo a nueva tienda y además mis días de sudor y lágrimas parecen dar resultado.

Ahora me da penita por la gente que dejo otra vez, porque como soy Willy Fogg, viajo de sitio en sitio dejando buenos amigos que siempre quisiera llevar.

Thursday, January 04, 2007


Bueno pues después de tanto tiempo sin escribir, las cosas no han cambiado tanto, sigo tomando café por la mañana, felizmente casado y doblando camisas casi a tanta velocidad como gasto dinero en estas fechas.
Tras las jornadas navideñas espero recuperarme de la sobredosis de glucidos a la que mis madre, mi abuela, mis tías,... Divas todas ellas de la postmodernidad rural, me han sometido, no sólo de azúcares comestibles, sino de encuentros almibarados recubiertos de miles de besos, abrazos, "uy que te pinto", "uy estás más delgado", "uy me he comprado ropa a ver con qué te la pondrías tu..." YO??? Y claro mi rostro de haber salido siempre el día anterior y mi laringe apestando a alcohol intentando explicar con voz de Mila Ximénez que esa combinación no megusta. Ahora son muy agradecidas y palabra de Amaro en cuestión de trapos, es palabra de Dios.
Ahora bien, el descubrimiento de estas Navidades es que mi sobri me adora, y, teniendo en cuanta que es igualito fisicamente a mí, sólo queda que me lo dejen un poco más, para haga de él un geniecillo, y desde luego para que le ponga un look más cañero, porque el pobre va con atuendos comoo del siglo pasado...