
Nueva ubicación, nuevos proyectos. A ver qué tal sale todo.
De momento deambulando entre reencuentros con los compañeros de otros barcos, con los que ayer compartí risas de las de antes con las que olvidar esta crisis. La alarma social me está empezando a inquietar. ¿Será posible que todo vaya tan mal? Si de algo me ha servido es de que mi casa sea más barata y, dado que la quiero para vivir y no para especular con ella, me conformo con su precio actual y no em duele demasiado que se desplome en próximos años. Años en los que, por supuesto estaré ocupándola, espero que felizmente y en los que no pretenderé que su valor aumente para poder ganar dinero, porque para ganar dinero, lo primero que hay que ser es rico. El resto lo máximo que podemos hacer es amueblar la casa con Ikea y largarnos una semana a la playa con la extra. Aunque a este paso no me va a llegar para ambas cosas, así que me decantaré por los muebles que durarán algo más que mi bronceado playero, sustituído eficazmente por un lucido tono autobronceador LÒreal o, en su defecto piscinero de Lago. Todo eso, si el tiempo estupendo que nos deleita, lleno de nubarrones negros y ventoleras varias, nos da un respiro con algún rayo de sol.
3 comments:
Amore, al final el domingo no nos pusimos de acuerdo, ¡qué típico en nosotros!.
Entonces, ¿ya habeís comprado?. Mañana miércoles quedaré a cenar con psicotere que está por aquí, dame un toke si te apuntas.
Besos, nos vemos.
a ver si nos vemos prontico
un abrazo gordo
jejejeje no salía el nombre...
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