Tuesday, December 30, 2008



A veces las consecuencias de determinados actos son imprevisibles. Tocados por la mala suerte, o dotados de un doble filo indetectable, estos actos no se reconocen a primera vista, e incluso aparecen disfrazados de hecho heróico. Pues bien, es por uno de estos actos, por lo que tengo que pasar los últimos días de 2008 solo, en mi casa sin mis amigos, en mi ciudad lejana sin mi ciudad cercana.
Los planes para estos días (libres y codiciados días por lo escaso de su naturaleza) era obvios aparentemente, pero era míos, míos y de mucha más gente a la que quiero y ala quiero ver, abrazar, reírme con ella y fundirnos en los típicos reencuentros de jerseys de lana correspondientes a la época.
Pero ahora me encuentro en mi blanco universo hogareño, solo, con mis cojines, mi cabreo que va sosegándose gracias al blanco y durmiendo todo el día para que el tiempo pase de largo y me sitúe delante de un plato de uvas donde merezco.
Menos mal que me quedan mis cojines en blanco y negro...

Sunday, December 21, 2008


Hay ocasiones, tormentas, soles y fechas familiares que son la salsa de la vida. Deseando y esperando que lleguen; sin más...
Entre tanto, el trabajo y los amigos capitalinos, que siempre están ahí para dar tardes y ver pasar los coches, las personas y los cafés con carcajada.
Gracias por el regalo más glamouroso a mi maquillador-terapeuta favorito. No perdemos los detalles nunca. El detalle, bev, marca la diferencia.
Ya veremos en qué quedan los vestidos de Diana, el trabajo de Xavi, mis tremendas ambiciones y tus tremendas ambiciones.

Wednesday, December 17, 2008


Después de trabajar sin parar puedo sentarme.
A lo mejor Diciembre sólo es especial por las luces, por la cesta, por la paga extra, por el frío, por pasear por la calle Preciados entre la gente, por el vaho que sale entre las tiendas y las churrerías.
Pero está claro que las luces, el frío y los encuentros calientan el corazón.