Ayer este chico fue lo máximo en Madrid.
Miles de quinceañeras (palabra que engloba a todas las edades y sexos capaces de pasar una noche a la intemperie bajo la lluvia de Noviembre para gritar), hicieron honor a su definición y colapsaron Preciados y calles colindantes para poder desgañitarse agusto, adivinando que su ídolo estaba cerca. Los gritos se oían desde dentro de las tiendas y fueron necesarias unidades del SAMUR para prevenir desastres adolescentes y episodios de muerte por felicidad.
El pequeño (tiene casi 17 años) es un portento canadiense que sabe bailar de un modo alucinante pese a dos accidentes de tobillo y rodilla en dos conciertos, tiene un pelo perfecto y el flequillo más famoso del mundo... y además y de momento, canta. Aunque el otro día dio síntomas de cambio hormonal e hizo un gallo en una actuación en directo en la que también tocaba el piano.
El Joselito canadiense fue entrevistado en el Hormiguero y se mostró inteligente y divertido. No sabemos cuánto durarán los frutos de su talento-entrenamiento, pero el volumen que alcanzaban los gritos hacen pensar que hay JB para rato.