Empiezan los días de Verano, esos en los que de pequeños te encantaba estar. Porque no había nada que hacer y podías ir a la piscina, pasarte la tarde metido en el agua y arrugarte como una pasa. Y ahora hay días que vas a la piscina y ni te metes en el agua porque... ¡Está fría! En fin...
estos días del verano trabajador ya no saben ni a verano ni a nada, así que espero que lleguen las vacaciones para sentir la nada más absoluta, el no pensar y sólo reirme y de todo.
Pero antes de todo eso hay que pasar la dura prueba de las rebajas, que no hay nada menos apetecible, así que toca cargar al máximo la batería y poner una sonrisa de titanio porque se avecinan ese tipo de clientes que nunca existe, sólo en rebajas, que nunca compra, sólo en rebajas y que siempre, siempre, siempre se queja... Sonrisa: dientes, dientes... Que para eso estamos entrenados.