Los crack y las pruebas no paran, no me extraña que whitney recurriera al crack, pero del otro.
Además de luchar contra la lovestorm abulense, ahora el tema se torna más serio y repelente. La vida, es de por sí injusta y sorprendente y ese puto Dios en el que muchos creen demuestra cada día con sus obras que no existe y que, si existiese, habría que matarlo orque ser todo poderoso y permitir ciertas cosas no merece ni de su propio perdón.
Si hay un sitio horripilante en todo Madrid es el Hospital niño Jesús, ya de por si la arqitectura del edificio dice bastante de lo lóbrego que puede ser su interior. Pese a que el personal sea mravilloso, de cuento de hadas, consentidor, educado, amable, alegre donde la alegria casi parece no caber,... Todo esto te da igual, porque al atravesar la cancela de fuera te das cuenta de que vas a ver a gente que no quiere que le veas, que no quiere estar allí, que no tiene culpa de nada y que no merece nada de lo que le ocurre.
La únca alegría viene normalmente de los ojos de los niños que corretean por allí, ajenos y totalmente conscientes a la vez, del dolor que envuelve su situación. Pero los niños saben, saben que tienen que ser ellos los fuertes, que animen a sus padres y familiares ante un mal contra el que solo ellos pueden golpear tan fuerte.