
Es importante saber que a cada momento y desde los inicios (en la foto, mis inicios) en la vida, nos pasan cosas. A veces esas cosas son pequeñitas, pero nos pasan; así que, simplemente por eso, estamos obligados a emocionarnos con ellas, con el olor del café, con el frío relajado por el sol de invierno, con un escaparate que nos gusta y con una sonrisa de un amigo que nos entiende o nos conoce lo suficiente como para saber que no estamos solos. Que a alguien le sucedió antes todo, que otros ya tiene experiencia y que a veces, sólo a veces, tenemos la suerte de conocer a personas dispuestas a dar parte de su tiempo por nosotros. A llamarnos, a adorarnos, a reirse de nuestras tonterías, a respetar nuestra fomra de pensar, a viajar con nosotros, a hermanarse sin haber nacido juntos, a criarse a nuestro lado aunque de lejos.
Es obligatorio ser fuerte, creérnoslo porque lo somos. No somos fuertes porque seamos más altos, tengamos un cerebro más grande o no lloremos nunca; sino porque nunca nos va a pasar nada malo, ya que cada cosa por terrible que pueda parecer, va a tener una solución facilitada por alguien que nos quiere. La fuerza reside en nuestras compañías de viaje. Somos muchos, somos fuertes.
No comments:
Post a Comment