Cuando se hace de noche y te quedas solo frente al ordenador, normalmente se fraguan las preguntas más largas, más aletargadas y que consiguen hacerte plantear la mayoría de las cosas.
¿Por qué sigo haciendo eso, cómo es que mi vida es así, quiero estar aquí, el día a día hace que mi corazón vaya mñas deprisa porque me emociona, me gusta o me hace algo parecido a feliz?
A veces la respueta viene sola, porque la borras con sexo o televisión o sueño. Pero cuando no la borras planea. Y la verdad es que en general, tengo respuestas para todas. No quiero dejar de seguir siendo Amaro.