La mirada violeta nos deja hoy.
Dentro de la esfera de las grandes divas, es de aquellas que no se han retirado dejando en nuestra retina un rostro de porcelana y unos bucles perfectos. Es un semblante que ha ido envejeciendo frente a nosotros, una mutación constante que todos recordamos dividida en facetas, como la mirada de una mosca, como a través de un caleidoscopio.
Una de mis películas preferidas desde pequeño, es "Fuego de Juventud" adoraba que la repusieran una y otra vez.
Ese rostro creció hasta el espectáculo de Cleopatra, una de las películas que te llevan (de la mano de Terenci Moix) a admirar el antiguo Egipto de lujo que ahora es polvo.
Aquella gata que se tumbó sobre el tejado de zinc caliente fue mala y especial, bella y espectacular. Hay rostros bendecidos por algo parecido a poderes mágicos. Hay miradas que resumen una parte de la Historia.
Wednesday, March 23, 2011
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